Cuando llega el mes de diciembre, disfrutamos de días de fiesta, unos se van de viaje, otros disfrutan de los amigos y familia y otros como es mi caso nos cabreamos y mucho, porque tenemos que ir a recoger la aceituna, lo odio, no puedo con ello, tengo un par de días que estoy insoportable lo sé ,lo reconozco, pero es una cosa superior a mi, luego voy al campo y trabajo como la primera pero tengo que protestar. Todos los años digo este es el último que vengo, mis cuñadas me miran y dicen "todos los años la misma canción".
La cosecha de la aceituna es muy curiosa, un año tienes mucha y el otro casi na, por suerte( ay si me oye mi suegro, me pela) este año ha sido de lo menos productivo, toda la mañana siete personas para recoger 238 kilos.
Domingo a las 13 horas, aceite en casa, 43 litros, tengo para todo el año, si al final no es tan malo, pero......
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Este año todas en el suelo. |
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Mira que son bonitas en el árbol |
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Ahora toca limpiarlas |
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Un piscolavis al final de la jornada |
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El resultado |
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Pero que renegona...
ResponderEliminarsi es de lo mes natural i bonic anar a fer olives!!! ja ja ja
Y tanto que es oro líquido, no te quejes nena jajaja ya me imagino a los demás currando y tu click click
ResponderEliminarAl voltant de les oliveres es reunix la família seguint la cita anual. Tots unint forces per arreplegar la desitjada collita que només vé una vegada a l'any. Un lloc on la gent treballa, menja, conversa i per què no? Fins i tot pot arribar a passar-ho bé; sobre tot els més menuts, els quals quan creixen van perdent les ganes d'anar-hi.
ResponderEliminarCom a anècdota, cal esmentar que hi ha jove que no ha volgut anar a fer olives mai, i ara, aturat com molts altres, va ben agust a guanyar-se el jornal.